lunes, 22 de marzo de 2010

MANOLO MIRANDA EXALTÓ LA SEMANA SANTA EN EL PRINCIPAL

El Cofrade puertorrealeño Manuel Miranda Lacalle, secretario de la Hermandad de la Vera-Cruz, pronunció ayer domingo de pasión, 21 de marzo, el Pregón de la Semana Santa de la Villa, que tuvo lugar en el Teatro Principal.

La jornada comenzó cuando poco más de las once de la mañana, Manolo Miranda recogió bajo el manto de la Virgen de la Amargura el texto del pregón que había depositado la noche anterior. Acto seguido y acompañado por un buen número de hermanos, se tuvo un momento de oración ante los titulares de la hermandad de la Vera-Cruz. El Hermano Mayor, Manuel Lobo Cuenca, entregó a Manolo una medalla de oro con las efigies de sus titulares para que el Pregonero los llevara a partir de ese momento más cerca de su corazón. La medalla y cadena de oro han sido donadas por sus hermanos de la Junta de Gobierno, Junta Auxiliar y Grupo Joven de la Hermandad. Por último, la numerosa comitiva se dirigió a pie hasta el Teatro Principal donde, a partir de las doce de la mañana, estaban citados los cofrades puertorrealeños para escuchar el Pregón de su Semana Santa.

El acto comenzó con un Concierto de Marchas Procesionales a cargo de la Banda de Música Virgen de la Estrella. A continuación el periodista de canal sur y costalero del Cristo de la Vera-Cruz, José Juan Ramos Álvarez, presentó al pregonero, resaltando su calidad humana y cofrade, desde muy pequeño en su cofradía del barrio de la Jarcia, así como su entrega y dedicación por la Semana Santa de Puerto Real, sus Hermandades y Cofradías.

Manolo Miranda, que intercaló la prosa y el verso, hizo un relato muy ameno de la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo, iniciando su disertación con una defensa del cofrade y del papel fundamental que las Hermandades tienen en la iglesia de hoy, el pregonero agradeció el apoyo recibido por su párroco Pepe Vitini y por el director espiritual del Consejo Local, el Rvdo. Padre Diego Ramírez Pereira, por su comprensión, apuesta por el diálogo y caridad, tras haberse puesto en duda el pasado año su respeto a los directores espirituales por parte de algunas personas.

En su disertación solicitó a los cofrades que huyan de los descalificativos anónimos en Internet que tanto daño hacen a nuestras hermandades. Decía Miranda Lacalle:

Prendieron a Jesús y lo llevaron atado primero ante Anás y después ante el sumo sacerdote Caifás. Finalmente lo llevaron al sanedrín que se había reunido ilegalmente durante la noche. Muchos dieron falso testimonio de él.

Lo mismo queridos cofrades que hoy en nuestra sociedad, cuantas veces, damos falso testimonio de los demás. ¿Cuántas veces algunos se ocultan en el anonimato y lanzan descalificaciones en diversos foros que tanto daño hacen a las Hermandades y Cofradías y que alteran nuestra propias relaciones
.

Debemos ser ejemplo del Cautivo, no escondiéndose, firme, en pie, flagelado, coronado de espinas, presentado ante el pueblo. Caifás le rasgó sus vestiduras diciendo: “Blasfemó, no hay necesidad de testigos, es reo de muerte”.

Luego fue relatando las escenas pasionales de las distintas Cofradías de la Villa, por orden cronológico y no de salida procesional. Miranda, no se olvidó del Cristo del Amor y de la Virgen de la Esperanza, ni de Jesús del Ecce Homo y Nuestra Señora de la Salud, asociaciones parroquiales de San Pedro Apóstol y María Auxiliadora, que se encuentran en proceso de fundar una Cofradía.

El pregonero, narró sus vivencias desde pequeño en la Borriquita, Vera-Cruz y Nazareno, para finalmente cautivarlo el Cristo Marinero de Jarcia y su Madre de la Amargura, donde lleva más de 35 años como hermano en la Junta de Gobierno.

Emotivo fue el recuerdo que tuvo Manolo Miranda para el cofrade recientemente fallecido Antonio García Segura, conocido como “El Sevilla” y el tallista local Diego Salvador Flores, autor de los pasos de Borriquita, Nazareno y Vera-Cruz:

Señor de la Prioral
en tu camino al Calvario
Hay un cofrade ejemplar
Antonio García Segura
El Sevilla por más señas
Que a ti te quiere ayudar
Y aliviarte a ti las penas.

Cuantas veces ha rezado
Al pie del Mayor Dolor
Este cofrade sencillo
Humilde y persona buena
Que hace poco nos dejó
entregado en cuerpo y alma
a su hermandad nazarena.

Antonio, sigue presente
Entre todos los Cofrades
Con su sonrisa callada
Queriendo salir a la calle
Como cualquier Jueves Santo
Con su túnica morada.

Antonio, ya viene tu Nazareno
Cruzando la calle Ancha,
Entre cirios penitentes
Y mantillas remozadas
Con esos respiraderos
Que Diego ya lo tallara
Con sus manos celestiales
Y su gubia enamorada.
Los dos desde el mismo cielo
En un palco de la plaza
Quieren ver todo el cortejo
De penitencias calladas……


Durante el pregón la Banda de Música Virgen de la Estrella, interpretó dos marchas procesionales cantadas por el Coro Semilla Rociera: “A ti Manué”, cuando el pregonero se refirió al Nazareno de Puerto Real, interviniendo la saetera Ana Menacho, y “Callejuela de la O”, dedica a su Hermandad del Miércoles Santo.

A continuación decía al referirse a la escena del calvario y del Cristo de la Vera-Cruz:

Y la Virgen del Consuelo
viendo llorar al Longinos
le extiende poco a poco la mano
en señal de arrepentido
por haberle traspasado
con lanza traicionera
ese costado divino.
De la herida derramada
agua y Sangre brotó
y el Romano Centurión
comprobó apesadumbrado
que el Cristo de San Benito
era por siempre nombrado
verdadero Hijo de Dios.

Marinero de la Jarcia
desde que me cautivaste
no he perdido la ocasión
de acompañarte un instante
el miércoles de pasión
y decir a los cuatro vientos
que entre tus manos abiertas
clavadas en esa cruz
recoges las oraciones
del barrio que a ti te implora
Cristo de la Vera-Cruz.


La emoción también caló en los cofrades que llenaban el Teatro Principal, cuando Manolo Miranda se refirió a la expresión de las manos de la Virgen de la Soledad:

Tus manos, Señora de la Soledad
van sujetando el pañuelo
Para secar esas lágrimas
Que brotan como riachuelos
Al ver a tu hijo muerto
Sin poderlo remediar.
Y ese divino Rosario
Que te rezan cada viernes
Muy cerquita del sagrario
Tus hermanos que comprenden
un dolor tan desmedido
Y que otros no lo entienden.

Tus manos, Señora de la Soledad
fueron hechas de tal forma
Que nadie puede explicar
Como Luisa La Roldana
Las puedo así modelar,
Seguro que habló contigo
Y subió hasta el mismo cielo,
antes de poder tallar
Esos dedos tan perfectos
Que son como girasoles
Buscando como encontrar
Esa luz que ilumine
A todo Puerto Real.

Tras resaltar la resurrección de Cristo, Manolo Miranda finalizó el pregón dandóle gracias a la Virgen de la Amagura por haberle ayudado a pronunciar el mismo:

Mi virgen de la Amargura
con catorce primaveras
Te conocí siendo un niño
Entre gente marinera
Y aún me tienes contigo
Y por Madre yo te pido:
Que comprendas mis desvelos,
La razón de mi locura,
Que sin ti vivir no puedo
Y me ofrezcas tu ternura.

Y a cambio yo llenaré
El barrio de colgaduras
Y en los balcones que digan:
Aquí vive la Amargura.
A Miguel tu vestidor
le pediré con mesura
que el tocado que te ponga
de tela de seda pura
enmarque tu rostro santo
y resalte tu hermosura.

Que yo quiero verte Madre,
Rebosante de ternura
Y a todo el mundo gritarle
Que ya no llora la Amargura.

Al final del acto, Francisco Domínguez Rivero, presidente del Consejo Local de Hermandades y Cofradías, agradeció la participación desinteresada de la Banda de Música “Virgen de la Estrella” y el Coro Semilla Rociera, entregando al pregonero un crucifijo de plata recuerdo de tan emotivo acto.
Nota: Fotografías de Beatriz Miranda Menacho